La movilidad eléctrica ya no es una promesa del futuro: es una necesidad del presente. La opción de comprar una furgoneta eléctrica está ganando cada vez más protagonismo entre las empresas españolas.

En 2025, el auge de zonas de bajas emisiones en ciudades europeas, los incentivos fiscales y el precio de la energía en alza han hecho que las empresas empiecen a replantearse sus vehículos de trabajo. Una furgoneta eléctrica no es solo un gesto ecológico: es una inversión estratégica para tu negocio.

Y no hablamos solo de logística urbana. Desde transportistas autónomos hasta grandes flotas de reparto, la electrificación se está convirtiendo en un elemento diferenciador.

La etiqueta CERO emisiones otorga ventajas en movilidad, acceso a zonas restringidas y aparcamiento gratuito en muchas ciudades. Todo suma cuando hablamos de eficiencia.

Además, no se puede ignorar que, con los precios del diésel al alza y las restricciones a los vehículos contaminantes, no pasará mucho tiempo antes de que operar una furgoneta de combustión sea económicamente inviable.

Factores clave antes de comprar una furgoneta eléctrica

Cuando uno se plantea la compra de una furgoneta eléctrica, no se trata simplemente de elegir un vehículo bonito o barato. Hay muchos aspectos técnicos y logísticos que entran en juego, especialmente si el vehículo será parte de un uso profesional.

– Autonomía. Cuánto pueden recorrer estas furgonetas eléctricas

Sin hablar de modelos en concretos, hay que tener en cuenta que lo principal y cuando se trata de un modelo eléctrico es su autonomía y cuántos kilómetros puede recorrer, ya que para el sector industrial es importante que el vehículo dure toda la jornada.

La autonomía se ha convertido en el criterio número uno a la hora de tomar decisiones. Las cifras promedio en 2025 para furgonetas eléctricas oscilan entre los 200 y los 400 km reales con una sola carga. Y no hablamos de la autonomía teórica bajo ciclo WLTP, sino de lo que de verdad importa: cuántos kilómetros puede recorrer una furgoneta eléctrica cargada, con clima variable y uso comercial real.

En sectores como el reparto de última milla, fontanería, instalaciones técnicas o catering, es fundamental contar con un vehículo que resista toda la jornada laboral sin necesidad de carga intermedia. En este contexto, es preferible elegir un modelo con algo más de autonomía aunque implique un mayor desembolso inicial.

También es importante revisar la posibilidad de instalar puntos de carga nocturna en la base de operaciones, algo que muchos empresarios pasan por alto al principio. Esta infraestructura permitirá que el vehículo esté siempre listo al comenzar la jornada.

– Precio y ahorro a largo plazo

A primera vista, las furgonetas eléctricas pueden parecer más caras que sus equivalentes diésel. Pero si se hace un análisis del coste total de propiedad (TCO), la diferencia se disuelve rápidamente e incluso se invierte.

El ahorro en combustible es inmediato: el coste por kilómetro de una furgoneta eléctrica puede ser hasta un 70% inferior al de una de combustión. A esto se suma el mantenimiento mecánico, que es considerablemente más bajo gracias a la menor cantidad de piezas móviles.

Por otro lado, existen programas de ayuda estatales y regionales que subvencionan la compra hasta con varios miles de euros, dependiendo del tipo de empresa, flota y comunidad autónoma. En muchos casos, las cuotas mensuales de un renting eléctrico resultan más competitivas que las de un diésel tradicional.

Finalmente, hay que pensar en el valor residual del vehículo. A medida que las restricciones a los coches contaminantes se extienden, el valor de reventa de las furgonetas eléctricas aumentará en comparación con las que no tienen etiqueta CERO.

– Tiempos de carga

Uno de los mayores frenos en la adopción de vehículos eléctricos sigue siendo la infraestructura de carga. Si bien en 2025 hemos visto un aumento significativo de estaciones públicas, la realidad es que muchas empresas necesitan garantizar la carga en su base o almacén.

Lo ideal es instalar cargadores de tipo wallbox que permitan cargar la furgoneta durante la noche. Para aquellos que necesiten autonomía continua durante el día, existen estaciones de carga rápida en muchas autopistas, áreas industriales y centros logísticos.

El tiempo de carga depende del cargador y del modelo de furgoneta. Las más avanzadas permiten recuperar el 80% de la batería en 30-45 minutos en un punto de carga rápida. En un enchufe convencional, la carga completa puede tardar hasta 8-10 horas.

También existen aplicaciones de gestión de flotas eléctricas, que ayudan a planificar rutas, detectar cargadores en tiempo real y optimizar los tiempos de inactividad, algo fundamental para empresas con varios vehículos.

– Más sostenible y más comprometidas contigo y con el futuro

Cada vez más empresas incorporan valores ecológicos en su identidad. Apostar por vehículos eléctricos no solo mejora la eficiencia, también comunica una imagen de empresa comprometida con el medioambiente.

Además, algunas licitaciones públicas comienzan a exigir o puntuar positivamente el uso de vehículos sostenibles en sus contratos. Contar con furgonetas eléctricas en tu flota puede marcar la diferencia entre conseguir o perder una adjudicación.

También es una forma de liderar el cambio en el sector industrial, mostrando que la sostenibilidad no está reñida con la rentabilidad ni la operatividad.

¿Y qué ventajas tienes al comprar una furgoneta eléctrica? Disfruta de la etiqueta ambiental CERO

La etiqueta CERO de la DGT permite acceder sin restricciones a zonas de bajas emisiones (ZBE), aparcar gratis o con grandes descuentos en ciudades como Madrid o Barcelona y circular en episodios de alta contaminación.

Además, muchas comunidades autónomas y ayuntamientos ofrecen reducciones del 75-100% en el Impuesto de Circulación, además de otros incentivos como bonificaciones en peajes o prioridad en licitaciones de reparto urbano sostenible.

En el contexto fiscal, las empresas pueden deducirse parte del coste del vehículo eléctrico como gasto de inversión y beneficiarse de programas como el MOVES III, con ayudas directas por vehículo.

Conclusiones para que tu compra sea inteligente

Comprar una furgoneta eléctrica en 2025 no es solo una decisión de movilidad: es una estrategia empresarial inteligente. La autonomía, como bien señalaste desde tu experiencia, es el eje clave. Y a su alrededor orbitan variables como la infraestructura de carga, el ahorro operativo, los incentivos fiscales y las oportunidades logísticas que ofrecen estos vehículos.

Si estás evaluando esta transición, recuerda siempre adaptar la elección a tus necesidades reales, sin dejarte llevar solo por modas o marcas. Analiza tu rutina diaria, tu tipo de carga, los kilómetros que recorres y tu acceso a puntos de carga. Solo así harás una elección eficiente y duradera.

Y sobre todo, prepárate para lo que viene: el futuro del transporte profesional será eléctrico, con o sin nosotros. La pregunta ya no es “¿me conviene una furgoneta eléctrica?”, sino “¿cuánto tiempo puedo permitirme seguir sin una?”


¿Quieres comprar una furgoneta eléctrica?