por qué mi furgoneta eléctrica carga más lenta cuando hace calor

¿Has notado que tu furgoneta eléctrica carga más lenta cuando hace calor? Durante el verano de 2025 recibimos más de cuarenta consultas de empresarios preocupados por el mismo problema.

Mi furgoneta eléctrica cargaba perfectamente en primavera, pero ahora en julio tarda el doble. ¿Se está estropeando?

Su preocupación es comprensible, pero el fenómeno que describe es completamente normal y tiene una explicación científica sencilla. Las baterías de litio, que alimentan todos los vehículos eléctricos comerciales, tienen un comportamiento muy específico con la temperatura que la mayoría de usuarios desconoce.

En nuestra experiencia documentándonos sobre el comportamiento térmico de flotas eléctricas, hemos identificado reducciones de velocidad de carga de hasta el 40 incluso el 50% cuando las temperaturas ambientales superan los 35°C. No es un defecto, es una característica de seguridad diseñada para proteger la inversión más cara de tu vehículo.

Los datos que hemos recopilado en condiciones reales muestran que este fenómeno afecta a todas las marcas y tecnologías de baterías, aunque con diferencias significativas en cómo gestionan el problema. Entender por qué ocurre te permitirá optimizar la carga y evitar preocupaciones innecesarias.

No te preocupes si tu furgoneta eléctrica carga más lenta en verano

Para entender por qué tu furgoneta eléctrica carga más lenta en verano, necesitas conocer cómo funciona realmente una batería de litio bajo estrés térmico. No es magia, es física aplicada que cualquier empresario puede comprender.

El sistema de protección que ralentiza la carga

Las baterías de litio tienen un rango de temperatura óptimo para la carga que oscila entre 15°C y 25°C. Cuando la temperatura de la batería supera los 30°C, el sistema de gestión (BMS) activa automáticamente protocolos de seguridad que reducen la velocidad de carga.

Esta protección no es opcional ni configurable, está programada a nivel de hardware para evitar daños permanentes en las celdas de la batería. Una batería sobrecalentada durante la carga puede sufrir:

  • Degradación acelerada
  • Pérdida de capacidad
  • E incluso riesgo de fallo térmico

La física de las baterías de litio explica que las reacciones químicas internas se aceleran con el calor, generando más calor interno durante la carga. Es un círculo vicioso donde el calor genera más calor, y el sistema debe intervenir para romper este ciclo.

Diferentes fabricantes implementan estrategias distintas de protección térmica. Mercedes y Ford utilizan algoritmos conservadores que reducen la potencia gradualmente, mientras que marcas como Tesla o BYD tienen sistemas más agresivos que pueden cortar la carga rápida completamente si detectan temperaturas críticas.

El «ladrón» de energía que no ves

Uno de los factores menos comprendidos es que el sistema de refrigeración de la batería consume energía significativa durante la carga en condiciones de calor. Esta energía se «roba» de la potencia disponible para cargar, reduciendo efectivamente la velocidad de carga.

Después de monitorizar y analizar el comportamiento de carga de flotas en verano, hemos podido documentar que el sistema de refrigeración puede consumir entre 2-5 kW de potencia continua cuando las temperaturas ambientales superan los 32°C. Si tu cargador proporciona 22 kW, efectivamente solo 17-20 kW llegan a la batería.

Este consumo no es constante, varía según la diferencia entre temperatura ambiente y temperatura objetivo de la batería. En días especialmente calurosos que lleguen a los 40°C o más, el sistema de refrigeración puede trabajar al máximo, consumiendo hasta el 25% de la potencia de carga disponible.

Una empresa de logística de Córdoba registró que sus furgonetas Mercedes eSprinter tardaban 3,2 horas en cargar del 20% al 80% en enero, pero 4,8 horas para la misma carga en agosto. La diferencia no era defecto, sino física pura.

La temperatura óptima que raramente se da

El rango de temperatura ideal para carga rápida está entre 15 y 25°C, coincide con las condiciones de laboratorio donde se obtienen las especificaciones técnicas que aparecen en los folletos comerciales. La realidad en España, especialmente en verano, es que estas condiciones son excepcionales.

Los datos que hemos recopilado muestran que en ciudades como Sevilla, Córdoba, o Murcia, las temperaturas durante las horas de carga comercial (8:00-18:00) superan los 30°C durante más de cuatro meses al año. Esto significa que la carga «óptima» es la excepción, no la norma.

La temperatura de la batería no es igual a la temperatura ambiente. Una batería puede estar a 45°C cuando el ambiente está a 35°C, especialmente si el vehículo ha estado circulando o aparcado al sol. Esta temperatura interna es la que realmente determina la velocidad de carga.

Por qué el sistema prefiere proteger antes que cargar rápido

La degradación de una batería de litio se acelera exponencialmente con la temperatura durante la carga. Si cargas una batería repetidas veces a 40°C puedes perder el doble de capacidad que cuando cargas la batería a unos 25°C durante el mismo período. Por motivos como estos es normal y no debes de alarmarte si notas que tu furgoneta eléctrica carga más lenta en verano.

Considerando que la batería representa entre el 40 y el 60% del coste total de la furgoneta eléctrica, los fabricantes priorizan la longevidad sobre la velocidad de carga, puede que no te guste, pero has de pensar que es una decisión económica lógica que protege tu inversión.

Ten en cuenta que los algoritmos de gestión térmica están calibrados para maximizar la vida útil de la batería, no tanto la necesidad de ahorrar unas horas. Prefieren que tardes una hora más en cargar a que tengas que cambiar la batería dos años antes, sinceramente, yo también lo preferiría.

Factores que agravan el problema y cómo evitarlos

No todos los factores que afectan a la velocidad de carga en verano están fuera de tu control. Hay aspectos específicos que puedes gestionar para minimizar el impacto del calor en tus operaciones.

1. ¿Dónde cargas tus vehículos eléctricos?

Aparcar al sol directo durante la carga puede aumentar la temperatura de la batería entre 8 y 12°C adicionales respecto a aparcar en sombra. Esta diferencia puede ser determinante entre una carga normal y una carga severamente limitada.

Una empresa de servicios técnicos de Madrid instaló una pérgola sobre sus puntos de carga y nos contó que obtuvo mejoras del 25 al 30% en velocidad de carga durante los meses de julio y agosto. La inversión de 3.000 euros de la carpa se amortizó en ahorro de tiempo operativo en menos de un año.

El asfalto caliente también contribuye significativamente al calentamiento de la batería. Las baterías suelen estar ubicadas en el suelo del vehículo, y el calor radiante del asfalto puede añadir varios grados a la temperatura de la batería.

Aparcar sobre césped, grava, o superficies claras puede reducir este efecto. Si es tu caso, plantea cambiar el material o simplemente el color del suelo donde aparcas tu flota y obtendrás reducciones de entre 3 y 4°C en la temperatura de batería.

2. Horarios estratégicos que optimizan el rendimiento

Cargar durante las horas más frescas del día puede mejorar significativamente la velocidad de carga. Las primeras horas de la mañana entre las 6:00 y las 9:00h o a las últimas de la tarde, entre las 20:00 y las 23:00h suelen ofrecer las mejores condiciones.

Los datos que hemos recopilado muestran que una carga iniciada a las 7:00 AM puede ser un 35% más rápida que la misma carga iniciada a las 14:00h en días de verano. Para flotas con flexibilidad operativa, esta diferencia puede ser muy significativa.

La carga nocturna no solo aprovecha tarifas eléctricas más baratas, sino también temperaturas más favorables. Prueba a cambiar el horario de carga de tu flota entre las 23:00 y las 6:00h si puedes y mejorarás el tiempo y coste.

3. Preacondicionamiento térmico que pocos utilizan

Muchas furgonetas eléctricas modernas tienen sistemas de preacondicionamiento que pueden enfriar la batería antes de la carga. Esta función, cuando está disponible, puede mejorar significativamente la velocidad de carga en condiciones de calor.

El precondicionamiento funciona utilizando energía de la red eléctrica para enfriar la batería mientras el vehículo está conectado pero antes de iniciar la carga. Esto permite que la carga comience en condiciones térmicas óptimas.

No todos los modelos tienen esta función, y cuando la tienen, no siempre está activada por defecto. Una empresa de servicios de Málaga descubrió que sus Ford E-Transit tenían precondicionamiento disponible pero desactivado, y al activarlo mejoraron la velocidad de carga estival en un 20%.

Mantenimiento del sistema de refrigeración

El sistema de refrigeración de la batería requiere mantenimiento específico que muchas empresas pasan por alto. Filtros obstruidos, refrigerante degradado, o ventiladores defectuosos pueden agravar significativamente los problemas de carga en verano.

Una revisión anual del sistema de refrigeración puede prevenir problemas mayores. Los síntomas de un sistema de refrigeración deficiente incluyen:

  • Carga anormalmente lenta incluso en condiciones moderadas
  • Ruidos inusuales durante la carga
  • Y mensajes de advertencia térmica

El mantenimiento preventivo del sistema de refrigeración es especialmente crítico en flotas que operan en condiciones de polvo o suciedad, como obras o agricultura, donde los filtros pueden obstruirse más rápidamente.

Soluciones prácticas para optimizar la carga estival

Basándonos en la experiencia de flotas investigadas que han optimizado sus procesos de carga para condiciones de calor, hemos identificado estrategias específicas que ofrecen resultados medibles y seguro te son de utilidad.

1. Estrategias inmediatas sin inversión

  1. Planifica las cargas en las horas más frescas del día, es una medida sencilla, efectiva y sin coste: Incluso un cambio de dos horas en el horario de carga puede generar mejoras significativas en velocidad.
  2. Utiliza sombra natural o artificial durante la carga: Aparcar bajo árboles, marquesinas, o incluso utilizar lonas temporales puede reducir la temperatura de la batería varios grados.
  3. Evita cargar inmediatamente después de rutas largas o intensivas: Permitir que la batería se enfríe 15-30 minutos antes de conectar el cargador puede mejorar la velocidad de carga inicial.
  4. Activa el preacondicionamiento térmico cuando esté disponible: Consultar el manual del vehículo o contactar con el servicio técnico para verificar si esta función está disponible y cómo activarla.

2. Inversiones que mejoran el rendimiento

  1. Plantéate instalar sombreado permanente sobre los puntos de carga: Pérgolas, marquesinas, o estructuras similares pueden mejorar significativamente las condiciones de carga con inversiones relativamente modestas.
  2. Considera cargadores con mayor potencia para compensar las reducciones estivales: Si normalmente cargas a 22 kW, un cargador de 43 kW puede mantener velocidades aceptables incluso con las limitaciones térmicas.
  3. Intenta mejorar la ventilación en áreas de carga cubiertas: Usa ventiladores industriales o sistemas de ventilación forzada pueden reducir la temperatura ambiente en zonas de carga.

3. Cuándo preocuparse realmente

Si detectas una reducción del 30 al 40% en la velocidad de carga durante días muy calurosos es normal y no indica problemas. Sin embargo, hay señales que sí requieren atención técnica.

En cambio si notas que carga anormalmente lento incluso en condiciones frescas, puede indicar problemas en el sistema de refrigeración o degradación de la batería. Si la velocidad de carga no mejora cuando bajan las temperaturas, es recomendable una revisión técnica.

Si te aparecen mensajes de error térmico frecuentes o cortes de carga por temperatura pueden indicar fallos en sensores o sistemas de refrigeración. Estos problemas requieren diagnóstico profesional.

La realidad es que la carga más lenta en verano es una característica, no un defecto, de los vehículos eléctricos actuales. Entender por qué ocurre y cómo optimizar el proceso te permitirá mantener la operatividad de tu flota incluso en las condiciones más desafiantes del verano español.

Con planificación adecuada y algunas medidas simples, puedes minimizar el impacto del calor en tus operaciones y seguir disfrutando de las ventajas económicas y ambientales de la electromovilidad durante todo el año.

Por Álvaro Sánchez

Experto en electromovilidad industrial y análisis de tecnologías sostenibles para flotas. Especialista en evaluación técnica y económica de instalaciones fotovoltaicas para vehículos comerciales.