Déjame contarte algo que está frustrando a muchos early adopters de vehículos comerciales eléctricos. Las Pick-ups eléctricas todavía no pueden remolcar, aunque depende del caso.
Durante los últimos dos años, he estado siguiendo de cerca las experiencias reales de empresas que han incorporado pick-ups eléctricas a sus flotas, especialmente aquellas que necesitan capacidad de remolque regular. Y los resultados están muy lejos de las promesas de marketing que vemos en las presentaciones oficiales.
La realidad es que las pick-ups eléctricas actuales tienen limitaciones fundamentales para trabajos de remolque que van mucho más allá de las especificaciones básicas que publican los fabricantes. Son limitaciones de física y ingeniería que no se resuelven simplemente añadiendo más batería o más potencia al motor.
¿Sabes qué? La semana pasada hablé con el responsable de flota de una empresa de construcción de Valencia que compró tres Ford F-150 Lightning específicamente para remolcar equipos a obras. Después de seis meses, han tenido que volver a alquilar pick-ups diésel para trabajos que requieren remolque intensivo.
En papel parecía perfecto, pero la realidad es que perdemos demasiado tiempo gestionando la autonomía
El problema fundamental por el que las Pick-ups eléctricas todavía no pueden remolcar es la física
Remolcar con una pick-up eléctrica reduce la autonomía en un 50-60 %, pero el problema real no es solo la distancia, sino cómo afecta a todo el sistema de propulsión.
Cuando una pick-up diésel remolca 2.500 kg, su consumo puede aumentar un 30-40 %. Molesto, pero manejable con la infraestructura de repostaje actual. Cuando una pick-up eléctrica remolca la misma carga, su consumo energético se dispara entre 50-80%, pero aquí empiezan los problemas en cascada que nadie te cuenta.
El primer problema es el peso de las baterías. Una F-150 Lightning lleva aproximadamente 1.800kg de baterías. Esto significa que antes de cargar cualquier herramienta o remolcar nada, ya está cargando 600-800kg más que su equivalente diésel. Cuando añades 2.500kg de remolque, el conjunto motor-batería está trabajando para mover casi 7.000kg totales en condiciones normales.
Imagínate una empresa de paisajismo que necesita llevar una miniexcavadora de 2.200kg a una obra a 120km de distancia. Con una pick-up diésel, es un trabajo rutinario: carga la máquina, conduce, trabaja, regresa. Con una eléctrica, necesitas planificar paradas de carga, calcular si hay cargadores rápidos en ruta, y probablemente llegar al final del día con ansiedad por la autonomía restante.
Las limitaciones técnicas que los fabricantes minimizan
El torque instantáneo de los motores eléctricos, que se vende como ventaja, puede ser problemático para sistemas de transmisión y enganche no diseñados para esas fuerzas.
Los motores eléctricos entregan todo su torque desde 0 RPM. En teoría, esto es perfecto para remolque porque tienes toda la fuerza disponible inmediatamente. En la práctica, esta característica está creando problemas mecánicos inesperados en enganches, transmisiones y sistemas de frenado.
Una empresa de transporte de equipos industriales en Barcelona me contaba su experiencia con una Rivian R1T:
En las primeras semanas, tuvimos dos problemas con el enganche del remolque. El torque instantáneo está creando tensiones que no esperábamos. Con las diésel, el torque se desarrolla gradualmente y el sistema tiene tiempo de acomodarse
El frenado regenerativo también se comporta de forma inesperada con remolques pesados. La mayoría de pick-ups eléctricas desactivan o reducen significativamente la regeneración cuando detectan un remolque, eliminando una de las principales ventajas de eficiencia del sistema eléctrico. El resultado es que las pastillas de freno convencionales soportan toda la carga de frenado, generando más calor y desgaste acelerado. En este otro artículo te contamos cuáles son las mejores pick-ups que permiten la instalación de bola de remolque.
La gestión térmica, es el enemigo invisible
Los sistemas de gestión térmica de las pick-ups eléctricas no están optimizados para trabajo continuo de remolque en condiciones exigentes.
Cuando remolcas con una pick-up eléctrica en condiciones exigentes (cuestas, calor, carga máxima), tres sistemas compiten por refrigeración:
- El motor eléctrico
- Las baterías
- Los sistemas electrónicos de potencia
En muchos casos, el vehículo reduce automáticamente la potencia disponible para proteger componentes del sobrecalentamiento.
Una empresa de alquiler de herramientas en Madrid documentó reducciones de potencia del 25-30 % en su Cybertruck durante trabajos de verano remolcando equipos pesados, el técnico de flota nos indicaba:
Es como si el vehículo entrara en modo protección justo cuando más lo necesitas
El problema se agrava porque los sistemas de refrigeración de las baterías consumen energía adicional, reduciendo aún más la autonomía disponible. En condiciones de calor extremo, puede representar un 8-12 % adicional de consumo energético, encima del ya elevado consumo por remolque.
Cuándo sí funciona, casos de éxito reales
Para remolque ligero ocasional (menos de 1.500kg) y distancias cortas (menos de 80km ida), las pick-ups eléctricas pueden ser perfectamente viables.
No todo son problemas. He documentado casos de uso donde las pick-ups eléctricas con remolque funcionan bien. Una empresa de catering de eventos en Sevilla usa una F-150 Lightning para transportar su food truck móvil (1.300kg) a eventos locales.
Para nuestro uso, es perfecta. Distancias cortas, peso moderado, y la ventaja de no generar emisiones en eventos al aire libre
Imagínate una empresa de reformas que trabaja principalmente en un radio de 50 km y necesita llevar ocasionalmente una mini-dumper de 1.200 kg. Para ese perfil, una pick-up eléctrica puede cubrir perfectamente las necesidades mientras ofrece las ventajas de menor mantenimiento, funcionamiento silencioso y cero emisiones locales.
El remolque de embarcaciones ligeras también funciona razonablemente bien. Barcos de hasta 1.800 kg en remolques de un eje para distancias a rampas de botadura cercanas (menos de 60 km) están dentro del rango cómodo de la mayoría de pick-ups eléctricas actuales.
La realidad de la infraestructura de carga
Cargar una pick-up eléctrica con remolque enganchado es prácticamente imposible en la mayoría de estaciones de carga rápida actuales.
Esta es una de esas limitaciones prácticas que no aparecen en ninguna especificación técnica pero que determinan completamente la usabilidad real. Las estaciones de carga rápida están diseñadas para coches, con espacios justos para maniobrar vehículos grandes y cables demasiado cortos para alcanzar el puerto de carga con un remolque enganchado.
Una empresa de mudanzas de Bilbao que probó pick-ups eléctricas me contaba su experiencia:
En tres meses, solo encontramos dos estaciones donde podíamos cargar sin desenganchar el remolque. En el resto, había que llegar, desconectar, aparcar el remolque, cargar el vehículo, volver a conectar. Añade 20-30 minutos a cada parada de carga
La situación es especialmente problemática para remolques largos o con equipos que no se pueden desconectar fácilmente. Imagínate transportar una excavadora mini en un remolque especializado, desconectar requiere grúa y tiempo, hacer conexiones cada vez que necesitas cargar.
El futuro: qué está cambiando realmente
Las próximas generaciones de pick-ups eléctricas (2026-2027) prometen resolver algunos problemas fundamentales, pero otros son limitaciones físicas permanentes.
La nueva generación de baterías con química LFP (litio-ferro-fosfato) ofrece mejor tolerancia térmica y carga más rápida, reduciendo algunos problemas de gestión térmica durante remolque intensivo. También estamos viendo diseños específicos de sistemas de refrigeración optimizados para trabajo comercial continuo.
Los fabricantes están desarrollando modos específicos de «trabajo pesado» que preacondicionan el sistema térmico, ajustan las curvas de potencia y optimizan la gestión energética para condiciones de remolque. GM promete que su próxima Silverado EV tendrá un «Tow Mode» que puede mantener el 85 % de la capacidad de potencia durante 2 horas continuas de remolque pesado.
Sin embargo, las limitaciones fundamentales de física no van a desaparecer. El peso de las baterías seguirá reduciendo la carga útil disponible. El consumo energético en remolque seguirá siendo 50-70 % superior al uso normal. Y las limitaciones de infraestructura de carga tardarán años en resolverse completamente.
Conclusión: toma de decisión informada
Las pick-ups eléctricas actuales no son directos reemplazos de las diésel para trabajos intensivos de remolque, pero pueden ser perfectas para perfiles específicos de uso.
Si tu empresa necesita remolcar regularmente cargas superiores a 2.000 kg, hacer distancias superiores a 100 km con remolque, o trabajar en condiciones exigentes sin acceso garantizado a carga rápida, las pick-ups eléctricas actuales probablemente no cubrirán tus necesidades operativas reales.
Pero si tu uso se centra en remolque ocasional de cargas ligeras-medias (menos de 1.500 kg), distancias principalmente urbanas o periurbanas (menos de 80 km), y tienes infraestructura de carga confiable, una pick-up eléctrica puede ofrecerte ventajas significativas en costes operativos y sostenibilidad.
La clave está en ser honesto sobre tu perfil real de uso, no sobre lo que crees que podrías necesitar ocasionalmente. Porque comprar una pick-up eléctrica para el 90 % de tu trabajo diario y alquilar una diésel para el 10 % de trabajos extremos puede ser más inteligente que comprar una diésel para estar preparado para ese 10 % de casos excepcionales.
El futuro de las pick-ups eléctricas en remolque está llegando, pero aún no está aquí completamente. Y reconocer esas limitaciones actuales es el primer paso para tomar decisiones informadas.
Preguntas frecuentes sobre ¿Por qué las Pick-ups eléctricas todavía no pueden remolcar igual que las diésel?
¿Por qué las pick-ups eléctricas pierden tanta autonomía remolcando?
El remolque aumenta el consumo 50-60 % por mayor resistencia aerodinámica y peso, pero además las baterías pesadas reducen carga útil y los sistemas térmicos consumen energía extra para evitar sobrecalentamiento.
¿Pueden las pick-ups eléctricas remolcar igual que las diésel?
Para cargas ligeras (<1.500 kg) y distancias cortas (<80 km) sí. Para remolque pesado regular (+2.000 kg) o distancias largas, las limitaciones de autonomía, infraestructura de carga y gestión térmica las hacen menos prácticas que las diésel.
¿Qué problemas específicos tienen remolcando que no tengan las diésel?
Torque instantáneo puede dañar enganches, frenado regenerativo se desactiva perdiendo eficiencia, sistemas térmicos compiten por refrigeración, y cargar con remolque enganchado es casi imposible en estaciones actuales.
¿Merece la pena una pick-up eléctrica para remolque comercial?
Depende del perfil de uso. Para remolque ocasional urbano con cargas moderadas puede ser perfecta por menores costes operativos. Para trabajo intensivo de remolque, las diésel siguen siendo más prácticas hasta que mejore la infraestructura y tecnología.
